Acabábamos de redactar un artículo acerca de Netflix y su complicada situación, y ahora aparece Amazon para darnos de qué hablar por motivos similares. El viernes 29, la empresa sufrió una caída repentina del 10% de sus acciones, luego de comunicar que, por primera vez desde el 2015, la empresa se encontraba en pérdidas.
Sin embargo, en esta ocasión la causa no está vinculada al marketing, sino a una inversión “fallida” en torno al campo tecnológico. Una dentro del sector automotriz y que lleva de nombre: «Rivian».
Una apuesta por la ecología
«Rivian Automotive» es una start-up de fabricación de autos eléctricos, considerada competencia para Tesla y con un mayor énfasis en el posicionamiento pro-ambiental que la última. En vez de ofrecer sedanes o deportivos, ofrece camionetas, y en este momento, posee dos modelos: R1T, un pickup de campo, y el R1S, un SUV familiar.
Rivian fue foco de financiación por parte de Ford y Amazon en el 2019, tras ver un futuro prometedor en ella. Ford invirtió US $500M y Amazon lideró una inversión de US $700M, aunque en su momento no quiso especificar cuánto de ese monto era suyo.
De forma adicional, Amazon decidió encargarle una flota de 100.000 camiones para sus envíos, a ser entregados por completo en el 2030.
Concepto de camiones Rivian x Amazon
Lamentablemente, lo único que logró cosechar Rivian fueron números rojos. Aunque ingresó a la bolsa en noviembre pasado con un hype bastante positivo, en la siguiente imagen pueden apreciar su desempeño de -76% hasta la fecha.
Amazon en números rojos
Este inesperado escenario terminó generando un agujero negro en las cuentas de Amazon por 7.600 millones de dólares. Así, para el cierre del primer trimestre, Amazon terminó registrando una pérdida total de 3.844 millones de dólares.
Claro, se trata de un número menor a los 7 mil, porque hablamos del reporte total compensado con las ganancias. Si no fuera por ello, sus cuentas habrían superado los 4 mil millones en ganancia. Lo cual, aunque en positivo, sigue siendo menor comparado a lo que obtuvo en el primer trimestre del 2021.
El servicio de Amazon Web Services emergió como un salvador en este escenario, pues sus ventas crecieron un 36,6% con respecto al año anterior, cosechando 18.441 millones en ganancias. Gracias a ello, parte de las pérdidas pudieron ser compensadas, sin duda, el actual servicio estrella de la compañía.
¿Pero qué pasa con Rivian?
Quizá en este momento estés pensando en qué tan malos pueden ser los autos de Rivian. Pero no, no es exactamente el caso. De hecho, a nivel de tecnología, los autos de Rivian son bastante buenos, el problema es que no puede producirlos.
Todo esto es consecuencia de un contexto macroeconómico y geopolítico negativo para la empresa. Es decir, un problema principalmente externo, vinculado con la cadena de suministros, que está limitando su producción. (Sí, nuevamente, el contexto Rusia-Ucrania tiene mucho que ver).
Básicamente, Rivian no puede obtener las piezas necesarias para seguir fabricando los autos. Este año solo tiene planificado producir 25.000, la mitad de los 50.000 que habría generado si no fuera por este percance.
Amazon está bastante consciente de esto, por ello es que Andy Jassy, CEO de la compañía, solo menciona con respecto a Rivian: “La pandemia y la subsiguiente guerra en Ucrania han traído un crecimiento y desafíos inusuales”.
No siempre es el producto
Es importante entender que las razones por las que un producto dentro del campo tecnológico no prospera no siempre tienen que estar condicionadas a una causa tecnológica.
Sería impreciso afirmar que los autos de Rivian no se venden por no satisfacer al cliente, puesto que la realidad es opuesta: quieren venderse, solo que no tienen cómo producirse.
Por ello, como en cualquier negocio, es prioridad velar por una cadena de producción que pueda sostenerse de la manera más estable posible. No obstante, en el campo de la innovación, esto puede quedar a veces fuera de nuestro control.
Intel, líder en microprocesadores, está viviendo una situación similar con los semiconductores, y por si lo sospechabas, Tesla y otras compañías de autos electrónicos están enfrentando el mismo problema, solo que no a la escala que afecta a alguien más pequeño como Rivian.
Esa debe ser la razón por la que Amazon no ha declarado de forma negativa en contra de la compañía, ni tampoco ha dado señales de querer quebrar su lazo comercial (como sí lo hizo Ford, por ejemplo). Si esto no cambia en los próximos meses, es porque Amazon está confiando en la propuesta tras Rivian a pesar de todo.
Y dado la incursión y autoridad de Amazon en el campo tecnológico en la actualidad, alguna razón lógica ha de tener.
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