Si eres gamer, probablemente estés al tanto de la crisis de reputación que vive Activision Blizzard desde el año pasado. Una crisis que habría conseguido reflejarse en renuncias de empleados, pérdidas de audiencia y una baja en consumo de sus principales juegos. Microsoft anuncia ahora la compra de la empresa, con una propuesta que promete impulsar su número de jugadores actuales. Sin embargo, ¿podrá esta compra librar a la marca de aquella sombra reputacional que le persigue?
Punto de quiebre
El escándalo estalló en julio de 2021, con una demanda que, hasta la fecha, sigue enfrentando la mencionada empresa. Se le acusa de permitir y alentar la conducta sexual inapropiada hacia las empleadas, impulsar una cultura de complicidad masculina y prácticas discriminatorias en la contratación de mujeres. La empresa lo negó y posteriores situaciones derivaron a la renuncia de muchos empleados, despidos, más demandas y huelgas.
Papel importante jugó The Wall Street Journal, con una investigación en donde afirmaba que Bobby Kotick, el actual CEO, conocía la situación desde hace mucho. Otros medios igual de importantes han cubierto la noticia, impulsando su difusión y promoviendo un acuerdo entre la industria de videojuegos y movimientos feministas. Entonces sí, a esta altura, Activision Blizzard es una suerte de representación de esa oscura cara de la moneda.
Y como imaginarás, esto generó también que muchos de sus juegos sufrieran retrasos, boicots o algún tipo de estancamiento en contraste a su competencia.
Blizzard no remonta
Activision Blizzard llegó a ejecutar acciones. En el anterior párrafo hablábamos sobre despidos, pues bien, estos tuvieron como targets justamente a los presuntos abusadores. Uno de ellos había dado origen al nombre de un personaje de Overwatch, por lo que decidieron renombrarlo para no hacerle honor.
Sin embargo, es difícil saber a ciencia cierta qué más ocurrió. Podemos intuir que la presión mediática reforzó medidas internas para evitar este tipo de incidentes, pero sería meramente especular. Este tipo de cambios, aunque hayan ocurrido, no son evidentes para el ojo público, por ende, no llaman a la prensa.
¿Cómo comunicas entonces un cambio positivo luego de un evento de esa magnitud? Pues bien, siguiendo la lógica antes expuesta, con un cambio que sea evidente y mediático. Y entre esas acciones, una muy eficiente, suele ser el cambio de dirección.
Solidarity 💙✊🏻#actiblizzwalkout pic.twitter.com/QsP12pg2C6
— Jessica Gonzalez💙 #WeAreGWA (@_TechJess) November 17, 2021
Y eso es justamente lo que Activision Blizzard no ha hecho, porque incluso luego de la mencionada investigación, Bobby Kotick sigue en su puesto. La propia presión de los trabajadores, que clamaron por su renuncia, tampoco ha sido suficiente. No ha habido cambios evidentes y mediáticos para Blizzard.
Hasta ahora…
Microsoft, el mesías
Así, la semana pasada Microsoft anunció la compra de la compañía por la estratosférica suma de 68,700 millones de dólares. La compra en la industria de los videojuegos más grande de la historia. Sin embargo, para sorpresa de muchos, Bobby Kotick permanecerá en su puesto. Eso sí, hasta junio de 2023, a partir de entonces la compañía cambiará de dirección y reportará al CEO de Microsoft Gaming. En consecuencia, se espera que Bobby renuncie para tal fecha.
Buenos días braibons!! Todo era oscuridad en #ActivisionBlizzard ….
Hasta que Tito Phil dijo basta 😜#Overwatch pic.twitter.com/6swU5Ei2ZN— JONIS BETHESDIANO ❎ (@JoseJONIS28) January 19, 2022
De esta manera, un halo de esperanza hacia una mejor reputación empieza a tejerse. Porque se sabe que la empresa responderá hacia una compañía de una reputación mucho mayor. Y porque Phil Spencer, el actual CEO de Microsoft Gaming, fue de los que más se pronunciaron ante el escándalo.
Y un primer reflejo de esto, lo podemos apreciar ya en el repentino incremento en la bolsa de Activision Blizzard.
Además, esta compra trae consigo la inclusión de los juegos más importantes de Activision Blizzard al Xbox Game Pass. Un sistema de suscripción que permite a los usuarios de Xbox jugar a distintos títulos sin comprarlos, y actualmente cuenta con más de 25 millones de usuarios. Millones de jugadores que se sumarán a las filas de jugadores de Activision Blizzard.
Así que sí, Microsoft llega como un potencial mesías para salvar a Activision Blizzard de su complicada situación. El cambio de mando, al concretarse, sentará unas nuevas bases de confianza para el público, y la acción de marketing vía suscripción, impulsaría un notable incremento en el consumo de sus videojuegos. Ambas cosas deben ir de la mano, por supuesto: reputación y marketing. De no ser así, las acciones se tornan impredecibles y/o con resultados insuficientes.
Esta puede ser la gran oportunidad de Activision Blizzard.
