El mítico ejemplo de Google como servicio con el cual no tiene sentido competir, parece tener sus días contados: Bing y su nueva fusión con ChatGPT, podrían poner al fin a Google contra las cuerdas. Veamos a qué se debe este cambio de paradigma.
Para empezar: ChatGPT
Seguro te habrás dado cuenta que medio internet anda loca con un tal ChatGPT. Se trata de un nuevo servicio de OpenAI que emplea una inteligencia artificial compleja para mantener una conversación contigo.
Por supuesto, la gente no entra al chat a preguntar del clima, sino que a testear la efectividad de sus respuestas. He ahí la locura: las respuestas e información brindada por ChatGPT han resultado sorprendentemente útiles.
Pongámoslo a prueba ahora mismo:
Por supuesto, puedes hacer preguntas más importantes que la receta de Don Cangrejo, pero así y bromeando hemos terminado con una solida receta real, que puedes intentar cocinar.
Gracias a este nivel de respuesta, que demuestra un complejo manejo de las información, la gente ha empezado a plantearse las amplias utilidades que podría tener en las diversas actividades humanas.
Pero bueno, ¿y qué tiene que ver todo esto con Bing?
Pues que Microsoft, dueño de Bing, ha hecho una asociación millonaria con OpenIA.
Bing x OpenIA
Lo que esta alianza implica es que la tecnología de OpenIA se sumará para potenciar los distintos productos de Microsoft, entre ellos, Bing.
Y no ha hecho falta esperar, pues hace unos días acaban de hacer oficial su primer fruto mediático: El nuevo buscador Bing, con ChatGPT integrado.
De esta forma, los sorprendente resultados de la IA que remeció a internet, pasan al poder del principal competidor de Google.
No todo salió como Microsoft esperaba, eso sí, pues la IA terminó por ponerse un poco loca, siendo motivo de risa (y cierta preocupación) en redes sociales y diarios importantes.
Situaciones así experimentaron varios, pero un usuario logró incluso engañar a Bing para extraer información confidencial de Microsoft (aunque eso es harina de otro costal).
Dado que estos errores de presentan en conversaciones prolongadas, en respuesta, Microsoft acaba de anunciar limitaciones en la IA para evitar llegar a estos escenarios:
La IA ahora solo permite 50 mensajes por día y 5 peticiones por sesión. Luego de una sesión, tendrás que reiniciar el chat y empezar de nuevo.
¿El digno oponente de Google?
Para responder esta pregunta, empecemos por reconocer que Bing acaba de lograr lo que nunca otros competidores:
Comunicar un factor diferencial convincente para las masas.
No lo limito a “factor diferencial”, porque eso ya lo encontramos en buscadores como DuckDuckGo, que resguardan la privacidad de los usuarios. El problema es que, mano en el pecho, estos diferenciales no les importan mucho al gran público. Al menos no al sopesarlos con los beneficios que Google les otorga.
Sin embargo, no sólo Bing goza de esto, sino que al integrar una una tecnología en pañales, logra añadir una sólida dimensión innovadora a su posicionamiento.
El público ahora puede esperar cosas nuevas de Bing, cosas tanto útiles como sorprendentes, porque está aliada a OpenIA, la empresa que ha sido fuente de esas experiencias.
Compara ese atractivo, frente a beneficios muy concretos como el de evitar el rastreo en las búsquedas o eliminar el despliegue de publicidad.
Visto así (y a menos que Apple se nos adelante) creo que Google ha encontrado al fin su digno oponente.
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