El zorro “Run Run” llegó para acaparar los noticieros de la última semana. Criticable o no, se tornó un tema relevante para el cibernauta habitual y un motor para nuevos contenidos. Fiebre que sería aprovechada por fanpages de entretenimiento, influencers y hasta marcas conocidas. Hoy día brindaremos un rápido análisis, para un entendimiento del por qué historias así consiguen viralizarse tanto.
Una coincidencia formidable
Si bien los noticieros pueden ser grandes impulsores, por sí solos, no suelen ser suficientes para crear un contenido viral. Es su aceptación en internet, y lo que los usuarios deciden hacer con ello, lo que finalmente lo determina.
En ese sentido, el inaudito parecido entre las filmaciones de “Run Run” jugando con un perro, y un clásico infantil, fueron clave. Sí, hablamos de “El Zorro y el Sabueso”, la cual narra la inusual amistad entre un zorro y un perro doméstico. Esta sorpresiva y graciosa coincidencia fue suficiente para iniciar una bola de nieve de contenidos.
Matices de emociones
Uno de los requisitos, indispensables, para la existencia de un viral es la emoción. Los videos e imágenes de Run Run ya eran emocionantes en el sentido humorístico. Pero… ¿podrían serlo en algún otro sentido más? La respuesta es sí.
Chistes aparte, estaba claro que la presencia de Run Run en barrios limeños era anormal. Run Run era la manifestación de un problema grave que azota a la sociedad peruana desde hace décadas: el tráfico de animales. Pronto, publicaciones de carácter reflexivo empezaron a aparecer, amplificando la gama de sentimientos en torno.
Golpe de realidad
No por nada “basado en hechos reales” es una muletilla de marketing cinematográfico tan rentable. Existe cierta magia en saber que lo que presenciamos es factible de ocurrir y no un producto de la mera fantasía. Run Run es un ejemplo de ello.
Cualquier ciudadano limeño que haya visitado el centro, sabe de lo que hablo: animales encerrados en bolsas/mochilas ofertados cual mera mercancía. Un problema disimulado, mas no solucionado. Que un pobre zorro haya caído víctima de esto, es extraño, pero posible. De esta forma, la historia de Run Run es la manifestación de una de las tantas consecuencias de un mal que poco interés recibe.
Marcas y oportunidades
Un siguiente eslabón surge cuando el contenido viral aterriza en terrenos comerciales. La apropiación de estos contenidos por parte de las marcas suelen ser bien recibidos, siempre y cuando, se empleen bien. Si funcionan, contribuyen al crecimiento orgánico del fenómeno. Les dejamos un par de piezas que llamaron nuestra atención.
Como conclusión, un contenido viral será siempre el resultado de una suma de factores, evidentes o no. Estos factores pueden ocurrir de forma espontánea, como también ser impulsados estratégicamente. Analizar eventos de este tipo, aunque no parezcan relevantes, nos pueden nutrir como creadores de contenido. Al fin y al cabo, en el marketing, el intermediario entre la marca y el objetivo es siempre una pieza de información.
¿Por qué no pensar muchas de ellas como virales?
Cerramos el artículo con un bonito video de el barbas.